El pasado miércoles 6 de febrero, las autoridades y comunidades pertenecientes a la Coordinadora de Pueblos Unidos por el Cuidado y la Defensa del Agua (COPUDA), se dieron cita en San Antonino Castillo Velasco para trabajar en conjunto con representantes del INPI, CONAGUA, SEMARNAT y organizaciones de la sociedad civil, en una propuesta de volúmenes de agua, para una reglamentación y coadministración del vital líquido entre comunidades indígenas e instituciones del Estado.
El desarrollo de dicha actividad también tuvo como intención compartir datos que permitirán tener información más detallada respecto a la cantidad de agua que se extrae del subsuelo de la región Xnizaa, zona próxima a reglamentar, para compararlos con la realidad de los campesinos y generar así una propuesta viable que no conflictúe a ambas partes.
Entre las cifras presentes durante el dialogo se hacía referencia a las categorías de Registro Público de Derechos de Agua, títulos en trámite, títulos vigentes y títulos vencidos, que de acuerdo con Noel Espinosa Hernández de CONAGUA, acumulan un estimado total de 6,164,829.79 m3 que podrían otorgárseles a las 16 comunidades zapotecas para que lo administren.
Posterior a la exposición de los volúmenes José Alfonso Luna López, Presidente de San Martin Tilcajete, comunidad perteneciente a la COPUDA, mencionó “Nos están proporcionando una cantidad de agua que no se ajusta a la realidad, y más si las comunidades hacen un giro productivo o se inscriben a los nuevos programas de gobierno”. Refiriéndose a los volúmenes de agua que podrían utilizarse en la crianza de ganado vacuno o la siembra de árboles frutales y maderables.
Otra de las observaciones realizadas durante el encuentro fue de Ana María García Arreola, integrante de EDUCA A.C. «No sólo se trata de definir volúmenes, hay que realizar estudios sobre la calidad y cantidad de agua». Además de que cuestionó a la CONAGUA sobre la existencia de una concesión anual de 57,024 m3 que fue otorgada al Banco JP Morgan.
Ante el hecho de no concordar en las cifras, los asistentes finalizaron la reunión y acordaron volver a reunirse el 13 de febrero en el mismo lugar; tiempo que de acuerdo a las comunidades será suficiente para elaborar una contrapropuesta más humana y adaptable a sus necesidades en la producción agrícola.
De generarse un buen resultado de este proceso que forma parte de la Consulta Indígena más exitosa en todo México, podrían sentarse las bases para una propuesta de administración de agua en comunidades indígenas capaz de ser replicada en todo el país.
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