-Campesinos de 16 pueblos de Valles Centrales exigen a la Conagua cumplir con procedimientos.
-Revirtieron problema de sequía al captar agua de lluvia en 300 pozos, pero ahora no pueden usarlos.
Angélica Enciso L. Periódico La Jornada
Lunes 30 de octubre de 2017, p. 32
Se les conoce como sembradores de agua. Son campesinos de 16 comunidades de los Valles Centrales de Oaxaca, que luego de padecer la sequía, pese a un decreto de veda de 1967 decidieron solucionar el problema mediante unos 300 pozos de absorción para captar el agua de lluvia.
Lograron recuperar hasta 80 por ciento de la recarga del acuífero; sin embargo, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no les permite utilizar el líquido.
Lo anterior, debido a que el decreto sigue vigente, lo cual les impide aprovechar los pozos agrícolas, ya que no existe el libre alumbramiento y requieren títulos de concesión por parte de la Conagua.
Desde 2011 han pedido la revisión del decreto de veda, con el argumento de que va en contra de la consulta libre, previa e informada, por lo que en abril de 2015 el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (TFJFA) ordenó a la Conagua consultar a los pueblos indígenas, proceso que actualmente está en la fase de asambleas, informó en entrevista Ángel Ruiz Méndez, presidente de la Coordinadora de Pueblo Unidos por la Defensa del Agua (Copuda), que integra a comunidades de Ocotlán y Zimatlán.
El conflicto se inició en 2005, cuando a los campesinos zapotecos la Conagua les pidió el pago de excedente de agua que utilizaban en su actividad agrícola, lo cual no era real, pero se hizo el requerimiento porque la Comisión Federal de Electricidad realizó cobros excesivos de la electricidad para extraer agua de los pozos, lo cual, argumentó, era porque sacaban más líquido del autorizado. Ruiz Méndez recordó que se aplicaron cobros hasta por 24 mil pesos, pero ni siquiera había agua en los pozos, estaban totalmente secos
.
Dice que el dictamen de veda no cumplía con su objetivo, ya que se estableció en 1967, pero en 2005 ya no había agua.
Entonces tuvimos la idea de meter agua de lluvia a los pozos secos. Aparte del foso pusimos un arenero y tubos para conducir el líquido. Los bancos de lodo absorben el agua. En dos años vimos resultados. Esto nos sirvió de fundamento para decirle al tribunal que revertimos la escasez de agua y por eso falló en nuestro favor.
El tribunal mandató a la Conagua a hacer la consulta, pero vemos que no va por buen camino, las convocatorias para las reuniones a las comunidades no llegan a tiempo, nunca dieron información clara sobre la situación. Nosotros conocemos como la palma de la mano el acuífero, sabemos como se mueve y cuándo hay agua. Nos dieron información que no tiene que ver con esto
. Ahora, lo que se busca es que la Conagua cumpla con los procedimientos.
Dijo que ya se propuso a ese organismo un esquema de administración de agua de los pueblos indígenas, con la conservación del líquido y sanciones a campesinos sobre el mal manejo del recurso; se sugirió la microrregión Xnizza, así como un trato adecuado a los campesinos. La respuesta fue que lo que ahí se hiciera serviría para reglamentar otras zonas y no hay avances, apuntó.